Tras cuatro meses de confinamiento, hoy hemos podido volver a las salas de cine a disfrutar de la película “En Busca de Summerland” que es el debut en un largometraje de la directora Jessica Swale, con una historia de una escritora que vuelve a creer en lo que que creía perdido gracias a los ojos e inocencia de un muchacho evacuado por la II Guerra Mundial.
En Inglaterra, durante la Segunda Guerra Mundial, muchos niños son evacuados de las ciudades y enviados a pequeños pueblos con familias locales que temporalmente se hacen cargo de ellos. Cuando Frank (Lucas Bond), uno de estos niños, llega a casa de Alice (Gemma Arterton), escritora solitaria atormentada por una historia de amor del pasado, esta se resiste a aceptarlo. Sin embargo, poco a poco, al irse conociendo, la inocencia y curiosidad de Frank, hacen que Alice abra su corazón, permitiéndola desbloquear recuerdos y sentimientos que creía olvidados. Alice se da cuenta de que las heridas pueden curarse y de que la esperanza y las segundas oportunidades existen. Juntos descubrirán que tienen mucho más en común de lo que se imaginaban y que a veces, dejar volar la imaginación, puede llevarte a encontrar sitios que no pensabas que existirían…

“Summerland es una idea pagana de lo que es el cielo”, explica la directora Swale. “Es la noción de un lugar que existe junto al nuestro. Y la idea de que puedes comunicarte entre Summerland y el mundo normal dejando señales o jugando con los límites es algo que no es específicamente pagano, que está tomado de diferentes mitos y leyendas. Se trata más de lo que representa Summerland. Representa la posibilidad de algo más allá y de algo mágico “.
La pelicula me recuerda en idea a cintas como “En la playa de Chesil” por su fotografia y paisajes, en este caso a lo largo de las impresionantes vistas costeras y de los pueblos de Sussex, pero recuerda mucho por la historia y su trasfondo a películas como “Suite Francesa” o “La Sociedad literaria y el pastel de piel de patata” son las que más se parecen a “En Busca de Summerland” porque tienen como telón de fondo la guerra, pero también a una protagonista femenina al frente y su capacidad de amar y sentir en tiempos donde la guerra y desolación acechan al mundo.
Un punto a destacar de la cinta son los flashbacks que nuestra protagonista tiene (Gemma Arterton) porque nos hace descubrir el porqué de su soledad y malestar con el mundo, pero que poco a poco va cambiando su visión gracias al joven Frank , cuya familia será muy relevante para Alice, sobre todo la madre del muchacho.

Otro de lo momentos de la película es como Alice a traves del joven Frank consigue creer en las historias que tanto ansia descubrir, al mismo tiempo la curiosidad y la mentalidad abierta del pequeño harán resurgir algunos secretos dolorosos profundamente enterrados del pasado de Alice, y la harán replantearse lo que realmente significa liberar la imaginación. Además de volver a tener sentimientos , fe o esperanza que tras años separada del mundo, volverá para descubrir que la inocencia de un niño puede hacerte ver cosas que creías olvidadas.
La directora de esta cinta es Jesica Swale que además debuta al frente de un gran largometraje, y para ser el primero a creado desde cero una historia intensa y profunda sobre la espiritualidad, pérdida y creencia a través del concepto de Summerland, una conceptualización del más allá que se ha utilizado durante mucho tiempo en el paganismo.
Swale ha querido dejar claro dos puntos en la trama, el primero es las consecuencias que provoca la guerra y otro el sentimiento de amor que hay entre dos personas del mismo sexo, en tiempos donde estaba mal visto la relación entre dos mujeres como ocurre en la cinta, pero que finalmente triunfa el amor y vuelven a unirse tras mucho tiempo separadas.
Summerland Feature Film Stills by Michael Wharley Summerland Feature Film Stills by Michael Wharley
A nivel interpretativo tenemos que destacar a Gemma Arterton (Alice) donde la evolución de su personaje a lo largo de la cinta es espectacular y donde vemos a una mujer sin remordimientos de ningún tipo y tan diferente de cualquier otra persona que hubiera interpretado hasta entonces. Debido a cosas como su aspecto poco convencional, su trabajo como historiadora del folklore que desmonta mitos usando la ciencia y tener una casa llena de recuerdos del folklore, circulan rumores de que Alice es un poco bruja. No cumple con las reglas de todos los demás. Aunque se encuentra en plena Segunda Guerra Mundial, no acata ninguna de las reglas de la comunidad y no oculta sus ventanas. Realmente no le importa ser honesta. Básicamente vive con una armadura puesta y no permite que nadie entre en su vida.
Por otro lado tenemos a la otra pieza fundamental de la historia como Lucas Bond (Frank), un joven de 14 años evacuado de Londres por la II Guerra Mundial llega a la vida de Alice y la pone patas arriba cuando le hace recuperar sentimientos perdidos y la ayuda a descrubrir lo que es Summerland.

En definitiva, “En Busca de Summerland” como una preciosa y conmovedora historia con sentido del humor, pero también con una verdad emocional en el fondo y algo sobre lo que puedan reflexionar. Una gran película es una película que recuerdas.
Lo Mejor: La química entre Alice y Frank, el mensaje de creencia que tiene y la profundidad de la historia
Lo Peor: Demasiado drama en ciertos momentos, el transfondo de la guerra como telón que ya esta muy visto.
Nota: 6’5